martes, 11 de noviembre de 2008

Estocolmo

Hemos inaugurado la temporada de viajes con una visitilla rápida a Esther. Que está en Estocolmo haciendo otro Erasmus. Tres días que la verdad han llegado bastante justos pero en los que lo hemos pasado genial.


Estocolmo es una ciudad muy bonita y los suecos la gente es extremadamente amable y simpática, te saludan con un feliz ¡¡Hey Hey!! (los que fueron al viaje sufrieron mi obsesión con ese saludo), ayudan en lo que pueden con la mayor amabilidad, si sales de fiesta te acompañan a garitos y cuando llegas a ellos... ¡¡te sacan a bailar!! Lo mejor de todo -o no- es que te sacan tanto hombres como mujeres. A mi me sorprendió mucho cuando cada vez que me sentaba por cansacio un tipo me agarraba y me volvía a sacar a la pista de baile.

El mono lo hicimos bastante, sobretodo el penúltimo día en el que encontramos un columpio que no podrían poner en un país incivilizado como el nuestro, ya que la cantidad de muertes por accidentes en esos chismes sería alarmante. Es el que veis en la foto y se podía mover arriba y abajo además de girar en torno al eje. Básicamente se trata de conseguir columpiarse de lateral pero con un contrapeso que es tu compañero, lo que produce que cuando uno esté en su máxima velocidad el otro esté en su punto mínimo así que imaginaros los latigazos que producía cuando nos poníamos bestias de verdad...

Estocolmo es fantástico y tenemos que volver (más que nada porque los billetes te pueden salir fácil en torno a los 10 euros ida y vuelta) cuando el destino llame...


Hasta pronto

1 comentario:

Esther dijo...

Hej! Gracias por poner la única foto del lago en la que no sale Fede haciendo el capullo detrás, jaja... Por cierto, no te queda más remedio que volver, porque te perdiste un columpio genial que está aquí http://maps.live.com/?v=2&encType=1&sp=Point.twjtndjh67f0_parque%20con%20columpio%20guay____~Point.twmxqkjh8pp4_parque%20con%20el%20segundo%20mejor%20columpio____
aunque no se le vea, y no te puedes morir sin haberte subido ahí conmigo. Ya que estoy te enseño también el columpio en el que montamos, para que veas cómo mola el laberinto cuando tiene hojas. Y también tienes que ver la librería friki, lógicamente, y ver las vistas del dichoso acantilado, así que ya sabes.
Ve pensando sitios chulos a los que llevarme cuando vaya a verte, eh?